Un proyecto conjunto entre Brasil y la Unión Europea de 135 millones de euros, pretende crear cables trasatlánticos que no pertenezcan a EEUU. Según el New York Times, el mes pasado se firmó un acuerdo para enlazar Lisboa (Portugal) con Fortaleza (Brasil) con un moderno cable de fibra óptica de alta capacidad.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aún dolida por el espionaje de correos electrónicos, declaró:
Tenemos que respetar la privacidad, los derechos humanos y la soberanía de las naciones. No queremos que nos espíen.
Internet es una de las mejores cosas que el hombre ha inventado. Así que estamos de acuerdo en la necesidad de garantizar la neutralidad de la red, una área democrática donde podemos proteger la libertad de expresión.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, también sugirió la importancia de evitar los EEUU al mismo tiempo que rehusó criticar abiertamente las actividades de la NSA.
Continuaremos a mejorar la protección de nuestros datos y los estándares globales de privacidad. Un nuevo cable submarino de fibra óptica, que conecte América Latina con Europa, será una importante contribución en esta dirección.
No hay duda que las actividades de la NSA han ayudado a dar este paso. Pero no parece que este sea el único objetivo de Brasil. También está el deseo de desarrollar su economía digital a la vez que proteger la privacidad de su gobierno y empresas.
Los planes iniciales de Telebrás se remontan a marzo de 2012, mucho antes que Snowden filtrará las actividades de la NSA. Y el proyecto incluía además del cable Brasil-Portugal otro que les conectara con Angola, así como conexiones con Uruguay y Argentina, incluso con los EEUU, todo en un proyecto que alcanzaba los 800 millones de euros.
Al utilizar un cable que no pertenece a los EEUU se evitaría el proyecto “UPSTREAM” de la NSA, con el que los operadores americanos posiblemente interceptaron en 2011 25 millones de comunicaciones en Internet.
Este proyecto convertiría a Brasil en el centro tecnológico de América del Sur, aportándole grandes beneficios para desarrollar centros financieros e incrementar la importancia de la bolsa de Sao Paulo, quitándole una importante cuota de mercado a los EEUU en América Latina y en el resto del mundo.
Este es otro ejemplo de cómo el espionaje de la NSA está haciendo perder poderío económico a los EEUU.
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