Facebook ha cerrado 265 cuentas falsas, muchas de ellas vinculadas a una empresa de medios sociales con sede en Israel, que se utilizaban para difundir noticias falsas e influir en el discurso político en varias naciones, principalmente en África, pero también en América Latina y el sudeste asiático.
La empresa anunció el jueves que las cuentas, que estaban tanto en Facebook como en Instagram, habían participado en lo que Facebook denominó “comportamiento coordinado no auténtico”.
En el continuo debate sobre el uso de los medios sociales como una plataforma desde la cual se puede inferir en la actividad política, empresas como Facebook y Twitter han estado luchando con la forma en que sus plataformas se han utilizado para difundir la desinformación. Sin embargo, debemos destacar que lo que acaba de hacer una empresa como Facebook con el Grupo Arquímedes es un nuevo giro.
La empresa promete a sus clientes que puede doblegar la realidad. El Grupo Arquímedes, con sede en Tel Aviv, se hace llamar líder en “campañas” mundiales a gran escala y promete “usar todas las herramientas y aprovechar todas las ventajas disponibles para cambiar la realidad de acuerdo con los deseos de nuestros clientes”.
Al menos, era lo que su web prometía que cuando el Washington Post publicó la noticia. Navegar por su web es complicado, por lo que, o bien no pudimos encontrar ese texto, o quizás el Grupo Arquímedes ha vuelto a distorsionar la realidad… y ha modificado su web para eliminar el mensaje “por cualquier medio necesario”.
Nathaniel Gleicher, director de la política de ciberseguridad global de Facebook, dijo en un blog el jueves que las Páginas y las cuentas no fueron eliminadas por su contenido. Más bien, fue su comportamiento coordinado lo que encendió las alarmas:
Al igual que en otros casos que involucran conductas coordinadas no auténticas, los individuos detrás de esta actividad se coordinaron entre sí para engañar a otros sobre quiénes eran y qué estaban haciendo, y esa fue la razón de nuestra acción.
Gleicher dijo que las personas detrás de la red usaban cuentas falsas para publicar páginas, difundir contenido y aumentar artificialmente la participación. También mintieron sobre su localización, incluidas empresas de noticias locales, y publicaron lo que supuestamente era información filtrada sobre políticos.
La investigación de Facebook mostró que parte de la actividad estaba vinculada al Grupo Arquímedes, que fue expulsado tanto de su plataforma principal como de Instagram. Facebook también envió a la empresa una carta de cese y desistimiento.
Antes de la prohibición, el Grupo Arquímedes tenía 65 cuentas de Facebook, 161 páginas, 23 grupos, 12 eventos y cuatro cuentas en Instagram. Las Páginas y las cuentas publicaban frecuentemente sobre política, incluido las elecciones, opiniones de candidatos y críticas de los opositores políticos, se centraban principalmente en las naciones africanas Nigeria, Senegal, Togo, Angola, Níger y Túnez, junto con algunas actividades en América Latina y el sudeste asiático.
Las Páginas y las cuentas tenían aproximadamente 2.8 millones de seguidores, y unas 5.500 cuentas se unieron al menos a uno de los Grupos. Alrededor de 920 personas siguieron una o más de las cuentas de Instagram.
Facebook dice que las cuentas pagaron alrededor de $ 812,000 por anuncios de Facebook, pagados en reales brasileños, shekel israelí y dólares estadounidenses. Las cuentas lanzaron su primer anuncio en diciembre de 2012, mientras que el anuncio más reciente se publicó el mes pasado.
Las Páginas alojaron nueve eventos entre octubre de 2017 y mayo de 2019, y hasta 2,900 personas expresaron interés en al menos uno de los eventos. Facebook no pudo determinar si alguno de esos eventos tuvo lugar.
¿Quién está detrás de esto?
Si bien Facebook rastreó gran parte del comportamiento coordinado y “falso” del Archimedes Group, no está claro quién pagó a la empresa israelí por la(s) campaña(s) de desinformación. Graham Brookie, el director del Laboratorio de Investigación Forense Digital en el Consejo del Atlántico, le dijo al Washington Post que es bastante fácil seguir el rastro de compra de publicidad a Arquímedes, pero después se hace confuso:
Lo útil de los anuncios es que con casi toda seguridad era Arquímedes, pero no nos da mucha información sobre quién le estaba pagando a Arquímedes.
La falta de transparencia sobre quién está detrás en el camino del dinero apunta a una vulnerabilidad en las herramientas de transparencia de Facebook, señaló. Lo que sí sabemos es que a alguien no le importa pagar por noticias falsas:
Es desinformación por dinero. Es la convergencia de la desinformación ideológica y la desinformación para el beneficio económico.
El uso de cuentas coordinadas en campañas de desinformación fue una de las técnicas utilizadas por la fábrica de propaganda vinculada al gobierno ruso conocida como la Agencia de Investigación de Internet (IRA) durante la campaña de desinformación en torno a las elecciones presidenciales de 2016 en los Estados Unidos.
Usar tanto Facebook como Instagram es otro aspecto en común entre el Grupo Arquímedes y el IRA. En los informes preparados para el Comité de Inteligencia del Senado y publicados en diciembre, los investigadores concluyeron que si bien Facebook, Twitter o Google alcanzaban al mayor número de personas, Instagram era donde estaba la acción: ahí es donde la desinformación y los mensajes de interferencia política tuvieron mucho más juego.
En una campaña de propaganda de un año de duración que precedió a la elección y que no se detuvo después, la filial de Facebook para compartir fotos generó respuestas que empequeñecieron a las de otras plataformas: los investigadores contaron 187 millones de comentarios en Instagram, me gusta y otras reacciones de los usuarios, que fueron más que las de Twitter y Facebook combinados.
Pero solo porque el Grupo Arquímedes utilizó tácticas similares a las del IRA, no sugiere nada más que el Grupo Arquímedes, al igual que otros en todo el mundo, puede copiar fácilmente una página del libro de jugadas de Rusia. Tal como están, las campañas de desinformación y las tácticas utilizadas en ellas ahora se están implementando ampliamente en todo el mundo, dijeron los expertos al Post, incluso en los EEUU.
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