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No todas las soluciones de protección para endpoints son iguales

Si estás evaluando soluciones de protección para endpoints, probablemente hayas notado que todas parecen iguales: «con tecnología de IA», «de última generación», «integradas».

Estas afirmaciones están por todas partes. Y dado que más del 90 % de las organizaciones utilizan ahora algún tipo de protección para endpoints en lugar de antivirus, es fácil suponer que todas las soluciones son iguales.

Pero no lo son.

Esta suposición se desvanece rápidamente a medida que las organizaciones maduran, pasando de la prevención básica a la detección y la respuesta. En esta evolución, lo que antes parecía un simple ejercicio de marcar casillas se convierte en una decisión crítica de arquitectura. Lo que elijas ahora no solo afecta a tu nivel de protección, sino también a tu capacidad para adaptarte y reducir el riesgo empresarial general ante la evolución de las amenazas.

Entonces, ¿cómo separar la señal del ruido?

El poder detrás de la plataforma

Uno de los mejores indicadores de lo que una solución de protección puede hacer por ti, no solo hoy, sino a largo plazo, es la plataforma en la que se basa. Puede que no todas las funciones te resulten importantes desde el primer día, y eso está bien. Lo que importa es si la base te da margen para madurar y mejorar tu ciberdefensa.

Aquí es donde el pensamiento de plataforma se vuelve esencial: ¿estás eligiendo un producto o invirtiendo en una estrategia?

La protección moderna de los endpoints no se limita a lo que se instala en el dispositivo. Se trata de la telemetría recopilada, las integraciones compatibles, los flujos de trabajo habilitados y los canales de datos que hay detrás de todo ello. Especialmente ahora que la IA desempeña un papel más importante en la detección y respuesta a las amenazas, la sofisticación de esa infraestructura de datos subyacente se convierte en un multiplicador de fuerzas.

Todo comienza con los datos

Para que la IA pueda ayudar, y mucho más automatizar, necesitas datos de alta calidad, bien estructurados y actualizados continuamente. Esta no es una idea nueva. De hecho, la ciencia de datos se ha basado durante mucho tiempo en cuatro dimensiones fundamentales: volumen, variedad, velocidad y veracidad.

Apliquemos estas dimensiones a la protección de los endpoints:

  • Volumen: ¿Cuánta telemetría se recopila? ¿Estás detectando comportamientos adversos del mundo real a escala global, no solo malware, sino también ataques directos dirigidos por humanos, abuso de herramientas y métodos de persistencia sigilosos?

  • Variedad: ¿La plataforma solo ve los endpoints, o también recopila datos del correo electrónico, la red, la nube, la identidad y otros? ¿Los datos proceden de una base de clientes diversa en cuanto a geografías, sectores verticales y niveles de madurez? Cuantas más fuentes, mayor visibilidad y más contexto.

  • Velocidad: ¿A qué velocidad llega esa telemetría y con qué frecuencia se actualiza? ¿Tus modelos aprenden de las nuevas amenazas en cuestión de horas o días, o dependes de las actualizaciones semanales de firmas?

  • Veracidad: ¿Puedes confiar en los datos? ¿Están enriquecidos con inteligencia sobre amenazas y verificados a través de respuestas a incidentes del mundo real? ¿Las detecciones están respaldadas por la investigación o solo por la automatización?

Los matices de esas respuestas son los que diferencian una plataforma de otra. Y son los que determinan si una solución puede detectar las amenazas emergentes antes de que se conviertan en problemas para todo el sector, o si se queda atrás.

Comienza con la prevención. Escálalo a la resiliencia.

El endpoint es a menudo la primera y mejor oportunidad para detener un ataque. Pero si tu arquitectura lo permite, puedes extender esa prevención al correo electrónico, la red, la nube y la identidad. A partir de ahí, puedes desarrollar capacidades de respuesta en toda la superficie de ataque, reforzando tu capacidad para contener las amenazas rápidamente y mantener los sistemas centrales operativos cuando algo se rompe.

Cada paso adelante aumenta tu ventaja. Reduces el riesgo empresarial, mejorás el tiempo de detección y acelerás la respuesta. Y si no cuentas con el personal necesario para gestionarlo todo internamente, puedes recurrir a partners que ofrecen servicios de detección y respuesta gestionados (MDR) las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que se conectan directamente a tu plataforma.

En Sophos, esto no es solo teoría.

Daily activity in Sophos Central

Protegemos a más de 600 000 organizaciones en todo el mundo. Nuestra plataforma, Sophos Central, procesa más de 223 terabytes de telemetría de amenazas al día, procedentes de todas las regiones, sectores y superficies de ataque. Detectamos las amenazas de forma temprana y frecuente, generando más de 34 millones de detecciones al día, lo que da ventaja a nuestros defensores. Y detrás de esos datos se encuentra Sophos X-Ops, un equipo global de analistas de amenazas, investigadores de malware y especialistas en respuesta que supervisan cientos de grupos de amenazas y miles de campañas en tiempo real. Juntos, la inteligencia y la experiencia integradas en Sophos Central detienen una media de 11 millones de ataques al día, con 231 amenazas avanzadas resueltas por nuestro equipo de detección y respuesta gestionadas. Colectivamente, mantenemos a los clientes seguros y a las empresas funcionando sin interrupciones.

Cuando la gente nos pregunta: «¿No son todas las soluciones para endpoints iguales hoy en día?», nuestra respuesta es sencilla:

No. No lo son.

No te dejes engañar por las palabras de moda. Pregunta qué ve la plataforma, su velocidad de aprendizaje y quién valida la información. La verdad es que lo que impulsa la protección es tan importante como la protección en sí misma. Y aquellos que cuentan con los mejores datos siempre estarán un paso adelante. En última instancia, una ciberseguridad sólida no es solo una necesidad técnica. Es una necesidad empresarial que defiende las operaciones, la reputación y el valor a largo plazo.