El juzgado de lo penal número 2 de Vigo condenó a un adolescente a pagar una multa de 60€ por una falta de vejaciones injustas al haber reenviado por WhatsApp fotos íntimas de una amiga de 14 años y 300€ de indemnización a la víctima por el trauma que le causó, según La Voz de Galicia.
El tribunal ha tenido en cuenta que el condenado no robo las fotos ya que la niña se las había enviado de propia voluntad, y que ni uso Internet para que llegase a más gente, ni añadió comentarios hirientes.
Parece claro que con este tipo de sentencias, acudir a los tribunales en un caso “sexting” no tiene mucho sentido, ya que la vergüenza y el trauma que ha pasado y que le han llevado a cambiarse de instituto, no se ve reflejado en los 300€ de multa.
Recomendaciones
La única manera efectiva al 100% de evitar este tipo de problemas es no participar en el sexting ni de forma pasiva ni activa. Parece de Perogrullo pero no hay otra manera de protegerse ya que una vez que envías una foto, se por la vía que sea, pierdes el control sobre ella.
Tampoco parece buena idea el uso de aplicaciones en teoría seguras como Snapchat. Las últimas filtraciones de gente anónima muestran que siempre hay una manera que esas fotos íntimas salgan a la luz.
Por todo esto es fundamental que los padres inculquen los problemas que puede acarrear a sus hijos el sexting. Hay que razonar con ellos de una manera sosegada, explicándoles y mostrándoles las consecuencias que pueden conllevar sus actos. Crear un ambiente de confianza es la base para poder desarrollar actividades virtuales seguras.
En caso de que ya se haya producido un incidente, siempre se debe acudir a la Policía y nunca ceder ante la extorsión o el chantaje.
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