La Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) ha pedido terminar su programa de vigilancia masiva telefónica porque implica una enorme cantidad de trabajo para los resultados obtenidos, según informes recientemente publicados.
El Wall Street Journal informa que el NSA ha recomendado a la Casa Blanca que cese con su programa de recopilación de datos de llamadas (CDR) ya que la logística que implica no compensa la información obtenida.
El programa clandestino de la NSA para recopilar registros telefónicos data desde la introducción de la Patriot Act en 2001, poco después de los ataques del 11-S. La sección 215 permitía a las agencias de inteligencia de EEUU recolectar una enorme cantidad de información.
Poco después, el presidente George Bush autorizó la recolección sin garantías de información sobre llamadas y correos electrónicos internacionales, y la NSA comenzó a recopilar datos bajo un programa llamado Stellar Wind.
En 2006, una demanda legal conjunta contra Verizon, BellSouth y AT&T, alegaba que habían dado datos de llamadas al NSA. En 2013, Edward Snowden públicamente reveló documentos detallando el programa Stellar Wind. La Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU), denunció al entonces director de inteligencia nacional James Clapper para que terminara la recolección masiva de datos porque violaba la primera y la cuarta enmienda.
La ACLU ganó el caso en 2015, justo antes de que la sección 215 expirara. El congreso aprobó la Freedom Act un día después de que la clausula expirara, manteniendo la sección 215 pero con nuevas restricciones. Una era la retención de metadatos masivos de llamadas por parte de las empresas de telefonía. La NSA tendría que aplicar selectores específicos para limitar los registros recopilados al consultarlos. Esto contrasta con la práctica previa, en la que la propia NSA recopilaba y almacenaba los registros de llamadas.
Esta legislación parece que hace la recopilación masiva de datos sea menos interesante. El programa CDR ha sufrido durante los últimos meses una gran presión política. En marzo los senadores Ron Wyden y Rand Paul introdujeron el acta para el fin de la recopilación de de registros telefónicos americanos, que pretendía cerrar el programa. Wyden dijo:
La extensa red de recopilación de datos telefónicos de las NSA se creó en secreto, fue defendida con mentiras y nunca detuvo un solo ataque terrorista. Incluso después de que el Congreso actuara en 2015, el programa recopiló más de 500 millones de llamadas telefónicos en un solo año. Ha llegado el momento, al fin, de poner una estaca en el corazón de este programa innecesario de vigilancia del gobierno y reinstaurar algunas de las libertades de los americanos.
Ambos estaban preocupados por la declaración pública de la NSA en junio de 2018, en la que admitían haber recopilado algunos registros de llamadas que no estaban autorizados a realizar debido a “problemas técnicos”.
Los senadores escribieron una carta al inspector general de la NSA detallando su preocupación en agosto de 2018.
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