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Usar DroidJack para espiar a tu esposa puede llevarte a la cárcel

Usar DroidJack para espiar a tu esposa puede llevarte a la cárcel

Amantes suspicaces o parejas celosas pueden caer en la tentación de espiar el smartphone de su compañero (leer sus SMS o WhatsApp, chequear el registro de llamadas, ver las imágenes y vídeos que tiene o simplemente comprobar su agenda y contactos), en búsqueda de pruebas de su infidelidad.

Algunas empresas como mSpy o StealthGenie ofrecen herramientas gratuitas espías que pueden hacer eso y mucho más, sin el consentimiento del usuario.

Pero si estás pensando instalar una de estas aplicaciones en el móvil de otro, te avisamos de que no solo es moralmente reprochable, sino que también es un delito en muchas jurisdicciones.

De hecho, las fuerzas de la ley ya han detenido a personas por estos hechos en Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Suiza y EEUU.

Las acciones legales efectuadas por las autoridades alemanas se centraban en los usuarios de DroidJack, que se utiliza para espiar dispositivos con Android. Sophos y muchas otras empresas de seguridad consideran este software como un troyano de acceso remoto. Desde 2014, Sophos identifica DroidJack como el malware Andr/SandRat.

Normalmente, este tipo de software se hace pasar por otro tipo de aplicaciones como un libro de oraciones musulmán o incluso software de seguridad, para no levantar sospechas.

DroidJack está a la venta en su página oficial (la cual Sophos bloquea por considerarla transmisora de malware) por 210$, e incluye características como:

Aunque puedas ir a la cárcel si lo utilizas sin el consentimiento del usuario, existen usos lícitos como vigilar a tus hijos o poner límites a los móviles de empresa. Por lo que no se puede acusar a sus creadores de ningún tipo de delito, aunque si lo publicitas abiertamente como para “probar la infidelidad de tu mujer” como ocurrió en el caso de StealthGenie, obtendrás una multa de 500.000$.

Nuestro consejo es que no uses este tipo de software ya que no deja de ser una variante de malware, estando la línea que separa su uso lícito del ilegal muy difusa.