Google lucha por la privacidad de los datos de sus usuarios en un esfuerzo para bloquear a la NSA y a otras agencias

Google está intensificando los esfuerzos para endurecer el cifrado de datos en un intento por limitar el espionaje de información de los usuarios a raíz de las revelaciones sobre el NSA y PRISM.

En declaraciones al Washington Post, Eric Grosse, vicepresidente de ingeniería de seguridad de Google dijo: “Es una carrera armamentista”, así describió a los hackers del gobierno “algunos de los mejores en este juego”.

A raíz de documentos filtrados por Edward Snowden, que sugieren que algunas empresas estadounidenses han facilitado que la información fluya hacia al gobierno, Google está dispuesto a demostrar que está haciendo todo lo posible para proteger la privacidad de sus usuarios.

La compañía dijo, sin embargo, que todavía tendría que cumplir con las peticiones de la Ley de Vigilancia de Inteligencia extranjeros legalmente autorizados (FISA ) y se entregarán datos siempre que se vean obligados por ley. Google, como Microsoft, está dando pasos para demandar al gobierno de EE.UU. y obtener el permiso de revelar así cuántas peticiones de la FISA recibe cada año.

Si estos detalles se hacen de dominio público, podrían ser una lectura interesante. Este es el caso de las recientes revelaciones de empresas como Yahoo, que informó que había recibido 12.444 solicitudes de datos del gobierno de los EE.UU. en los primeros seis meses de este año.

Empleados de Google se negaron a hacer comentarios sobre la forma precisa en la que funcionarán las nuevas técnicas de cifrado o qué tecnología se empleará. Google ya tiene experiencia en éste campo pues implementa cifrado en su servicio Gmail desde 2010 y posteriormente hizo lo mismo con muchas consultas web que utilizaran su propio motor de búsqueda.

Si bien esto proporciona protección a los datos que viajan entre Google y sus usuarios, sin embargo, no cubre sus centros de datos, donde se almcena una gran cantidad de información -por ejemplo búsquedas en la web, correos electrónico e historiales de navegación- y se transmite hacia y entre sí, a través de fibra óptica de alta velocidad.

Empleados de Google afirmaron que la nueva codificación será “end – to-end “, que sugiere que abarcará tanto los centros de datos como las conexiones entre ellos, mitigando así un punto de entrada vulnerable a posibles fisgones.

Después de haber acelerado el programa de cifrado en junio, tras la polémica por el PRISM, Google está aparentemente meses por delante de su calendario de implantación original con posibilidades de terminar muy pronto.

Aunque este movimiento de Google no puede garantizar totalmente la privacidad de los datos, es probable que mejore su imagen de empresa.

 

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